En este blog vamos hablar de la importancia de la luz natural en la fotografias, hay otra herramienta mucho más poderosa, eterna o efímera, según en qué términos hablemos, pero igualmente potente: la luz natural. A
veces nos centramos demasiado en la calidad de la imagen, en la
nitidez, etc… y olvidamos que la luz natural nos ofrece maravillosos
resultados si sabemos jugar con ella.
Cuatro aspectos sobre la luz
Lo primero y más importante es que
conozcas los cuatro aspectos más importantes de la luz y que aprendas a
manejarlos para obtener los mejores resultados o al menos los resultados
deseados.
A) Dirección: la luz puede ser frontal, lateral, cenital o trasera. Vamos a verlas una por una.
Luz frontal: si colocas al sujeto de frente a la
fuente de la luz (como por ejemplo una ventana) y tú te sitúas entre
ambos, el sujeto (u objeto) a fotografiar recibirá la luz de frente.
Obtendrás una imagen sin texturas pero a cambio lograrás capturar más
detalles.
Luz lateral: el sujeto recibe la luz desde el lateral, así consigues aumentar el volumen y resaltar texturas.
Luz trasera: cuando el sujeto está entre la fuente
de luz y tú, podrás lograr siluetas y otros efectos como un aura
alrededor de las figuras que estés fotografiando.
Luz cenital: este tipo de iluminación es la que
viene desde arriba. Te puede ayudar a lograr efectos diferentes, aunque
en retratos provoca sombras poco favorecedoras. Oye, un truco:
si te pones a una altura superior al sujeto y le haces mirar hacia
arriba, conseguirás una luz frontal desde una perspectiva mucho más
atractiva.
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